EN VOS CONFIO

Era la tonadilla que repetiamos nada más entrar en clase. Sagrado Corazón de Jesús dictaba el profesor: En Vos confío, clamábamos todos a una.

Aquel colegio cerró de repente. Que es de lo que decía mi amuma Juanita se moría la gente mayor sin dolencias. Y tal y como se escabullé todo aquel que desaparece sin decir adiós ni repartir explicaciones que probablemente o no tiene o no le apetece dar.

El mismo Sagrado Corazón capitaneba mis sueños infantiles desde el balcón de la casa de mis abuelos de Bermeo. Lo miraba y comenzaba a volar mi imaginación. Ya se sabe que uno está seguro de cuándo es la primera vez que experimenta algo, pero apenas sospecha cuándo va a ser la última.

Espero que la anteúltima vez que me lo he cruzado fue el viernes. Mi compañero ABG me cuenta en plena calle la historia del que está enclavado al final de la Gran Vía. Construido a iniciativa del alcalde Juan Arancibia se inaugura el 26 de junio de 1927. Monumento de una altura de 40 metros y un diámetro de 21 sirve de peana a una escultura de bronce dorado que capitanea la parte alta De la Villa.

La historia viene al caso porque en plena restauración operada en 2005, en la que se elimina la leyenda del “Reinaré el España” que lo circundaba, se accede a su interior. El restaurador, con el cuerpo sumergido un metro en agua de lluvia estancada, da con dos hallazgos.

El primero un mazo de folios unidos con un lazo que llevaban impresos los nombre de los suscriptores, que aunque el mecenazgo gusta de ser silencioso no de ser anónimo. Como prueba de ello los murales existentes en el Hospital de Basurto y en la Misericordia que se erigen como un recorrido biográfico de la historia de Bilbao.

El que justifica esta historia un tres latas de zinc. Dos de ellas amelladas, la última atesoraba una oración al Sagrado Corazón escrita por Sofia y Teresa Gandarias. Que como los mensajes lanzados al mar en la barriga de una botella llegan a nuestros días navegando en las aguas que esconde el Sagrado Corazón.

Prueba de que nada se borra del todo, ni el bien ni el mal, que el pasado permanece y nos acompaña eternamente, como una sombra que no siempre podemos descifrar.

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Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
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