GENEROMOVIL

El estereotipo de género también alcanza al teléfono movil. No hace falta recurrir al psicoanálisis ni comprarte un manual de Freud para llegar a esa conclusion. Basta con tirar de observación.

Los tíos, como con tantas otras cosas, tenemos una concepción utilitarista del movil. Vamos, que lo maltratamos. Cuantos tipos se han cruzado en vuestro camino con la pantalla estrellada o el metal de los bordes mas oxidados que la cisterna de un vater publico!!!!. Resistiendo hasta la agonía a su abandono. He conocido a muchos que a fuerza de constancia aprenden a entrar en el navegador desplazando el cristal grande de la parte superior o a pulsar la A mayúscula apretando tres botones del teclado con la derecha y la barra de espacio con la izquierda.

Muestra de una de las características más marcadas del gen varón, la pereza. Esa por la que pierdes soberanamente tiempo y paciencia y te agarras al más minúsculo hálito de esperanza para no achatarrar un instrumento con reemplazo de 50 euros que hace tiempo recibió la extremaunción.

Las mujeres son mucho más pragmáticas. A rey muerto, IPhone al bolso. Eso de estirar prestaciones no va con su ADN. Lo demuestran también en la forma de utilización de las aplicaciones. Dominan aquello que utilizan hasta la saciedad, les cuesta un quinario descargarse una nueva. Orillan, apilándolo en esa parte del cerebro donde la información desaparece, todo lo que no les sirve. Un ejemplo es la cámara, básica en el móvil de una mujer y absolutamente estéril en el de un hombre (la mía saca fotos con calidad parecida a la de las imágenes del visor con forma de TV con el que te volvías de las excursiones escolares de los ochenta).

Otra diferencia es la utilización del teléfono. Las mujeres gestionan más sus roles públicos y privados, y, sobre todas las cosas, lo hacen con mayor dedicación. Nosotros, (otra vez la pereza), podemos abrir enfáticamente un perfil en cualquier red social, y, al primer mes, dejarla fosilizada en la última entrada que compartimos el día en que el Athletic ganó su último título.

¿Y el manejo de Internet? Él puede estar durante dos horas sin centrarse, ni sacar un solo segundo de rédito porque el varón es especialistas en perder soberanamente el tiempo aunque parezca que hacemos algo. Búsquedas de deportes, ocio, o aventuras que nunca viviremos y ya están caducadas antes de empezar.

El de ellas es muchísimo mas emocional, las chicas mantienen sus relaciones afectivas en las redes sociales; se encuentran más vinculadas a los espacios personales, como la familia o los amigos, por lo que su uso intensivo de Internet es predominantemente social. Tiran de chat se decantan por su universo privado y por compartir su vida cotidiana con las personas más cercanas. Como prueba la alta publicación de fotografías y de vídeos personales y de amigos y conocidos que los tíos solo publican por un ataque de ego o necesidad de despunte.

Pero la mayor distorsión se encuentra en el mensaje. El formato masculino es de redacción a quemarropa, con uso instrumental en sus contenidos (para quedar, para recados). Lo medio lees y te sobra para entenderlo porque no hay no digo dobleces, sino que es mejor que se autodestruya para que la RAE no sufra por desacato ortográfico.

El femenino tiene media docena de vértices que exigen ser desescrutados con un caleidoscopio. Llenos  de usos expresivos y con contenidos más cargados de afectividad y mayor relato.

Y también hay roles invertidos. Como los de Chica9.