PALIMPESTO

Probablemente por la abulia en la que estamos sumidos pero no hago mas que escuchar, sobre todo de labios de Chica9 (For Ever), que nada es ya lo que era. Una especie de apologia de lo que fue en el pasado ya no volverá que nos atrapa como un mantra imperecedero. Partiendo de este pensamiento telurico la vida post pandemia, solo corntaria con dos certezas, Hacienda y el viaje camino del Valle de Josafat al ocaso.

Será por mi gen rebelde y contestatario pero no estoy para nada de acuerdo. Todos los que claman contra el presente, no son conscientes que el mapa de vivencias de cada cual no es un palimpsesto donde se puede borrar todo lo escrito para volver a trazar encima la fina escritura de la primera ilusión.

No se trata de añadir una ficha más al ábaco donde se suman todas las sensaciones que te dejaron las experiencias anteriores. Porque ni tú eres el mismo que cuando las viviste, ni el recuerdo que te queda suele plasmar toda la verdad, sino la memoria que te queda de ella.

Al contrario, al embarcarte en un nuevo jeroglifico vital conviene desestabilizarlo todo, los recuerdos y las ideas, desorganizarlo hasta el caos. Invocar la amnesia del pasado, y volver a estructurar el nuevo avatar de acuerdo con las nuevas leyes. Nunca conviene el actuar en base a apriorismos, prejuicios o condicionantes previos.

Tocan a bailar con arreglo al son que fijen los tiempos. La letra del soniquete será la que selles con tu nuevo compromiso, el que emprendas con el nuevo escenario en el que te ha tocado lidiar. Y a arrancar.

Pero este desequilibrio entraña una generosidad que tenemos que manifestar necesariamente. Una predisposición negada, quizá, por la íntima convicción de que una bomba no puede caer donde antes ha caído otra bomba, por la certeza de que quien ha perdido la fe en una religión ha perdido la fe en todas las religiones.

Como se hacen las cosas verdaderas. Órdago a mayor con tu propia conciencia, pulsión de voluntad desenterrada de ese desván de la memoria lleno de baúles de mármol con sus altos vigilantes. Sólo para ti, aunque el destino seas tú y las argollas sean los días que restan de futuro. Por mucho que el giro pandémico te haya achicado las querencias del disfrute y ya ni siquiera recuerdes la ultima jornada en la que volviste a casa perfumado frisando la madrugada.

Hacerlo, no como un sacrificio, sino como venero de una inagotable ilusión. Convicción absoluta de la decisión adoptada. Encontrar el sosiego definitivo, saciar esta repentina necesidad de disfrutar.

Quien siempre corre como un río, nada desea tanto como el remanso de un lago.(EF)


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Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
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