METRAJE (Y LA FÁBULA DE JUAN SALVADOR GAVIOTA)

Echo de menos en esta sociedad la mesura por dar a las cosas el metraje que les corresponde. En los toros, una sucesión de trapazos y pingüis se eterniza en el tiempo, hasta aburrir al toro y al respetable. ¡El no aplaudais que sigue¡ tan castizo que se grita en Madrid a los toreros plomos trasladado a la vida.

Me ocurre también en el basket, y no digamos en el fútbol. Los parones, tiempos muertos, faltas y VARes convierten en un auténtico suplicio el echarte a la cerviz un partido en el que no te encuentres emocionalmente implicado con tus colores.

El sumum de las pérdidas de tiempo son las reuniones de la comunidad de propietarios y las del colegio de tus hereus. En las primeras, perfectamente puede un tipo enredarse en el romance de la mora sorda a las once de la noche de un día de los de labor por quítame las pajas de una subida de treinta céntimillos en el recibo anual de la calefacción comunitaria. Aguantas estoicamente tirando de aquella educación religiosa que creías sepultada tus ganas de meterle los centimos, en monedas de a uno, por cada uno de los orificios de su cuerpo.

Con relación a las reuniones del cole, las de inicio de curso son típicas, el contador del tiempo de juego real (el aprovechado) no alcanza ni el 5% de la duración del encuentro. En la filipiica inicial del profesor queda todo condensado (más que nada porque te lo repite treinta veces), y la catadura de preguntas fruto de la paternidad incompetente y maricomplejines con la que nos ha tocado lidiar harían que un jurado popular te absolviese en caso de que decidieses liberar al mundo de esa lacra, encajando un borrador de madera, restos de tiza incluida, en la cavidad bucal del interfecto.

El jueves fui citado a un encuentro (con sillas situadas en corro como las de las reuniones de alcohólicos anonimos)  del basket de mi hija en la que tocaba hablar de la enemistad vivida en los juegos de la amistad del cole. Llegué tarde, como es costumbre, y como aquello no avanzaba, enredado en trenzas y árabescos, sobre la erradicación de las malas conductas personales por la vía del buenismo en la esfera familiar, tuve que invocar a Juan Salvador Gaviota. Me hablaban de el en mis tiempos de EGB como ejemplo a seguir. Y no lo siguió nadie. Solo hace falta ver a la colección de balarrasas que salimos de aquellas aulas. Canallesca pura entre la que me incluyo.

Y es que, sobre todas las cosas hay que atender al metraje oportuno. Se lo acabo de decir a chica9.  No se trata de sentir el tiempo perdido sino de invertir el tiempo sentido de verdad.


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Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
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