OCTAVA DE CCG: SE ACABÓ

Vista Alegre parecía El Arca de Noe. En lugar de toros, vacas, corderos, cabras y machos cabrios nos embarcamos la media docena de iluminados que no teníamos nada peor que hacer un último día de Aste Nagusia con dieciséis grados de temperatura y la lluvia húmeda cortando el rostro.

Y de regalo seis condesos de Atanasio, duros de pelar, que vendían a precio de coltan cada muletazo y capotazo. Corrida larga como una noche sin luna, lustrosa, mansurrona pero con tanta verdad que cualquier cosa que hiciera delante cobraba importancia. Es lo que ocurre cuando lo que está delante un toro y no un animalito educado para ese aguachirle edulcorado que es el neotoreo.

Recordaba durante la corrida una anécdota acaecida en un coloquio del Cochero. le Reprocharon a Dolores que la corrida había sido difícil. Contestó que los que habían estado mal eran los toreros que se habían puesto delante. Una traca de años después, eso es lo que han entonado sus toros. Necesitamos mando,

De los animales que viajábamos en el arca, uno, me imagino que el loro, grito cada vez que un pavo aparecía por los chiqueros, Ese es el toro de Bilbao. Le dijo el Hipopótamo embutido en un poncho XXI comprado en un chino, que no se cansara, que nadie le iba a hacer caso. Llevaba razón el mamífero.

Entre las múltiples cosas que han desaparecido estas CCGG esta la arena que tapaba los charcos (no hay que convocar al CESID para saber que en Bilbao llueve) junto coin el camión que la portaba. Me imagino que estará escondida en un trastero junto con los dulzaineros, las banderas del techado y la mulilla del tiro de arrastre a la que metieron en la nevera cuando pegó aquel doble gatillazo. Así que se convirtió en el lodazal al estilo de las áreas de los Campos de Sport del Sardinero durante un partido ochentero del invierno norteño.

Chapotearon Ferrera, que nos trato de encalomar un toreo trucha, pegando una docena de pingüis con la capa del increíble Hulk. Si su valedor Garcia Valenciano levantase la cabeza se volvía a enterrar por sí mismo.

López Chaves concluyó su periplo en el bocho manteniendo el expediente de dignidad torera libre de mácula. Se fajó como un descosido y en el primero su verdad le hizo componer derechazos sueltos preñados de hombría. El segundo, sencillamente no pasaba. Alguien debiera de decir a la Banda Molto Vivace, que por otro lado ha cumplido más que decorosamente su papel de cover, que no es posible musicar una faena en Bilbao con el pasodoble Valencia ni replicar A la Mari Pili le ha pillado el toro en banderillas una tarde y otra como si no hubiera un mañana. Con lo bonito que es el silencio.

Damian Castaño, se llevó un topetazo al descabellar su primero que le llevó directamente a la habitación de los sueños, Volvió redivivo para poner el broche a las CCGG y lo ejecuto con un derroche de autenticidad y vergüenza torera. La de los toreros machos.

Hasta el año 2024, salvo que el mexicano se canse de poner.