DESORDEN

Anda Chica9 enredada en la hidra del miedo escénico de su próximo aniversario. Es lo que tienen algunos números, que vistos de lejos acojonan. Porque como ocurre con las palabras que sangran y se arrastran para retener su verdadero significado, hay dígitos cuya imagen lejana se te representa como la de una frontera de un país de la Europa del Este durante el telón de acero, barra y aduaneros enlutados incluidos.

Un día de cumpleaños, al fin y al cabo, es lo más parecido a lo que te ocurría al dejar a una novieta adolescente con la que andabas enamoriscado. Si ibas a dejarle y ella te dejaba antes, te jodía que te invadieran los terrenos, por mucho que el final fuera a ser el mismo.

Cuando cumples, te agobia que te feliciten, te cansas de contestar mensajes y se acuerden de ti, pero te amosca enormemente que no lo hagan. Todo lo que se precie tiene que tener su liturgia, las clónicas llamadas, los automatismos en tus respuestas. Se repite cada año con la terquedad del día de la marmota para evaporarse al final de la jornada y quedar con el mismo valor que la blanca doble en el dominó.

Lejos de convencerle de todo esto, Ella no es de las que se deja convencer sino que en todo caso te convence a tí, le cuento aquello que yo veo. Mas que nada para verbalizar, porque es verbalizando (y en la ducha) donde germinan las mejores ideas.

Le cuento que ella, no tiene realmente la edad que aparenta. 

Porque teóricamente existen edades en las que no puedes ser lo que se dice guapa de verdad y ella lo es. Y tampoco se te permite vestir, como a ella acostumbra, de esa forma falsamente despreocupada que usan algunas mujeres cuando ya se han dado cuenta, de largo, de que los hombres las miran, y las seguirán mirando. Y eso a ella (y a mí) le gusta. Nadie puede cumplir la edad innombrable desempeñando ese rol. Es imposible combinar atributos. O renuncias al DNI o empiezas a vestirte para que nadie te mire. Es binario.

Y además, Chica9 corre. Por su imaginación, que anticipa los sucesos en el tiempo y por las aceras a cada mañana. Es de las de aquellas a las que le gusta calzarse botas y pisar fuerte y decidida, excepto en verano, que usa sandalias y acaricia la arena con el envés del pie. Justo lo contrario de los que cumplen lo que aparentan, que van a pie por la historia y por la vida, como si tuvieran miedo de lo que van a encontrarse y se lo fueran a topar antes por correr.

Le he recomendado, aunque deglutirá la recomendación para regurgitar a su propio albedrío, que, en ocasiones, un inestable estado emocional ante lo que se intuye como amenaza alimenta la necesidad de seguir moviéndose, para no pensar más de lo que quieras permitirte. En el fondo, los pensamientos en movimiento siempre alcanzan menos intensidad de la que tendrían sentado en una terraza con una cerveza en la mano o leyendo el periódico con la beatifica sensación del sol en tu frente.

No me ha dado tiempo a recordarle el caso de  CESEPE, cuya foto corona este post, que, como muchas veces me ha contado mi compadre JU, optó por abreviar metraje cuando sintió que tenia que vivir la edad que tenia y que aparentaba, todo en uno.  Y tampoco, que tenemos un cuadro que sirve para récordarlo  por si algún día se olvida.

Es que quedan cinco días y la duodécima razón es que yo siempre felicitó el día antes.


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Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
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