DIVISION

No me refiero a la azul. Esa a la que exaltaba una chiquilla, ataviada con casaca falangista, que erige a Ramiro Ledesma Ramos, y sus J.O.N.S, castellanas, como referentes políticos. Para concluir que, a su juicio, hiede mucho más VOX que PODEMOS. Frase que expele nacionalsindicalismo por los cuatro costados.

Me preguntaba al escuchar su perorata, demasiado desabrida para una adolescente que está en plena edad de equivocarse, si conocería que el comandante de aquella División, el General Muñoz Grandes, fue el que salvo la vida a Melchor Rodríguez. El ángel rojo que, como no había otro para apagar la luz, entregó, como alcalde ocasional Madrid en 1939, después de proteger durante la guerra a una gavilla de fugitivos a los que la asonada pilló en el lado equivocado.

El frentismo tenia antes esas bocanadas de aire fresco. Las mismas que en estos tiempos se echan de menos. Con la excusa de Pablo Hasel, y la invocación de la libertad de expresión, más falsa que el acelerador en un coche de pedales, se agita la calle y se dibuja la división más cruenta.

Da igual que nadie sepa concretamente por que delito le han detenido (el mantra es que ha sido por hablar pero a nadie le interesa saber que rocio con líquido de limpieza a un periodista o hizo la vida imposible a un testigo al que amenazó desde las cloacas de las redes sociales). Brinda la excusa perfecta para romper el toque de queda, darte un garbeo en manada, quemar testosterona, gritar eslóganes de pandereta y estampar tu odio en plena cara de los de la trinchera contraria. Pura tradición anarco catalana que resucita las imágenes de Durrutí y Ascaso y García Oliver en la Barcelona de entreguerras.

Lo que probablemente no se conoce es que, desde siempre, la polarización política provoca paralelismos entre aquellos que se sitúan en uno u otro extremo. Concomitancias entre la extrema izquierda y la ultraderecha. Porque, al fin y al cabo, los extremismos presentan un cuadro común, que se replica indefectiblemente.

Me imagino que ni la defensora de la División Azul ni los tira adoquines de Barcelona sabran que Falange tomó los colores de su bandera de los de la anarquista CNT.

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Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
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