ORDEN

El de los factores altera el producto. Un hombre mata en Sestao a su mujer y luego se suicida. De haber recorrido el sentido inverso, hubiera liberado de sus garras a la humanidad (personificada en la asesinada) y se hubiera liberado de su ignominia.

Es lo que ocurre con la sociedad de nuestro tiempo. Como todo está desordenado y el sentido común se ha evaporado, el ciudadano se mimetiza con un estado de sinrazón que al tercer cuarto de hora le parece el natural. Vamos, que no hay otro.

Eso conduce a un deambular átono. Como cada día es una xerocopia del anterior, te es imposible recordar si el día que llevaste a tu madre al médico era martes, trece, octubre o febrero. Por lo menos, el esplín general me ha coincidido, con semanas pares de tajo e impares de presencia omnímoda y propulsión compartida. Todo o nada, impar y rojo.

Que sea febrero influye en el ánimo. Junto con noviembre el mes que más se presta a la abulia. Mi compadre JM decía que en noviembre las esquelas se duplicaban. Es que la gente mira a las seis de la tarde por la ventana, y, con lo que ve, lluvia, oscuridad y murria, no atisba razones para aplazar el viaje en la búsqueda del sueño eterno.

A partir de ahora comenzará a alargar el día. Medio muletazo cada alborada o nuevo anochecer Incluso, habrá alguno en el que el sol del tardoinvierno se impondrá a esa noche eterna sin luna que es la lluvia en Euskadi. Se prenderá la mecha de la primavera. Otra cosa es lo que nos dejen o podamos hacer.

Aunque haya pasado inadvertido, ayer fue viernes flaco, hoy sábado regular y mañana domingo carnaval. Algo bueno tenía que tener todo esto. No ver familias naifs disfrazadas por la calle.

Desconocen que el uniforme sólo sienta bien a curas y militares. Y no a las familias happys.  Que lo son o lo parecen.