SEXO EN LOS BAŃOS

Siento frustar a los que se hayan venido arriba con el título del post. No soy dado a tales excesos. Me imagino que se tratará del gen vasco que aplaca lujurias y desenfrenos y no es muy dado a francachelas.

Esto va de extravíos y despistes. Concretamente, los vividos por el que suscribe en bares y restaurantes a la hora de atinar con los baños de caballeros. Vale que aquellas iniciales C y S salidas del Dymo y que se pegaban en un metal oblongo en las puertas cuarteadas de los aseos no eran muy glamourosas. Pero por lo menos no generaban dudas trascendentales que acuciasen a los que padecían de prostatitis al evacuar la vejiga.

De los primeros desarrollos para hacer distingos en materia de excusados fue el de los monigotes negros. Un pasito más allá llegaron los sombreros. De copa para el water de ellos y pamela “Carolina de Mónaco” en el de ellas. Ambos dos, a pesar de lo rancio del diseño, cumplían su cometido.

De acuerdo con que era una hostelería antiestética. Tiempos de mesas de hule, de bombillas peladas expeliendo una luz amarillenta y mortecina, de jamones chorreando sebo desde una barra de acero inoxidable, de carajillos, carińenas y solysombras, de anís del mono, de sanpancracios con dedo acusador, de distribuidores de cedés horteras o azulejos con la leyenda admonitoria del “aquí no se fía”. Pero por lo menos se podía mear sin descifrar jeroglíficos.

Estos llegaron cuando el petulante de turno se puso creativo y decidió tirar de pictogramas en la identificación sexista del baño público. Sabéis a lo que me refiero. Cuantas veces habéis tenido que entreabrir la puerta de un water en la búsqueda del meadero masculino después de no poder descifrar el sexo que indica el cartelito de los cojones.

Para muestra los siguientes ejemplos recogidos durante mis últimas incursiones. Una auténtica antología del disparate. Como para llevar apurado.

Los Dibujtitos



La arquitectura humana



Intimidades (o invitación al coito)


La horca


Invocando al altisimo


Puzzle



Mitologias


Sin eufemismos



Esclavo de sus pies


Cuanta gilipollez.

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Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
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