SE NOS FUE UN BLANQUINEGRO. AGUR URREN (Kresen Lopez y Asier Guezuraga)

Aun y cuando nos vendieron un goleador, y estaba claro que no lo eras, poco nos importó. Encarnabas aquellos valores que hacían bullir la preferencia de la antigua Santa Lucía. Luchabas y te fajabas hasta el último aliento con aquella imagen de guerrillero con media melena al viento. Que más da que te costase atinar en los últimos metros o que los centrales te ganasen, una y otra vez, los balones divididos. Pronto supimos que merecías vestir la blanquinegra.

Y eso que tu primer contacto con los Komandos Gernika en el arenal de Urritxe no presagiase nada bueno. Aquella misma raza que poco después tanto íbamos a arengar,  emergio hasta que nos encaraste con aire desafiante, separados por el emblema pirata que nos acompañaba entonces a los desplazamientos. Ocurrió cuando todavía vestías la zamarra de los azules.

A pesar de que estuvieses con nosotros poco más de dos años, dejaste honda huella. Llegaste en la primera temporada de nuestra segunda etapa en la Segunda B, la 96/97, para coincidir con históricos como Pascua, Peio, Txiki Gandarias, Dani, Uribarri o Gorka Soria. Con los que fraguaste, más de un equipo, una familia. Al lado, estaba tu hermano Sangroniz, que llegó siendo Iñigo y se marchó como "El Txupa",  y con el que, no solo emparejaste en el verde, sino también en la vida. No quiero ni pensar lo que habrá sentido esta mañana cuando le comunicaron la fatal noticia.

Tu culmen como blanquinegro llegó en Soria, allá por diciembre del año 1996. A diferencia de lo que ocurrió veinte años antes en Los Pajaritos, donde te zafaste como un mariscal de todo aquel que te saliera al paso para anotar dos goles que sirvieron para tumbar al todopoderoso Numancia, esta vez no fuiste capaz de driblar a la escoria canallesca ha segado cobardemente tu vida. Me barrunto que la lucha no sería de igual a igual, que a ti en raza no te ganaba nadie.

La memoria de un aficionado al fútbol, especialmente de los que nos alineamos en esas  categorías furtivas que no salen en televisión ni abren los noticieros, se hilvana a lo largo de los años a través de recuerdos, flashes y pequeñas vivencias. Y dentro de ese patrimonio afectivo guardaremos, como nuestro pequeño tesoro, el haber podido disfrutar de lo que eras, un tío auténtico y sin artificios.

Se acostumbra a decir que nadie muere del todo mientras se le siga recordando. Y, por lo menos, en Gernika, y estoy seguro en muchos sitios más, no dejaremos que eso ocurra. Resultaría imposible que nos olvidásemos de Ibon Urrengoetxea Iza y aquel corazón que no le cabía en el cuerpo. Aún en la derrota. Aún en la noche más triste en la que no te dejaron subir la calle Navarra.

Goian Bego, Blanquinegro.

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Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
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