Existe una expresión en el taurineo que lo explica perfectamente “Fuera de Cacho”.
No hay una cosa que motive más al vasco que el sol de otoño invierno. Basicamente, porque nos conservamos en salmuera. Así que Chica9 y yo nos apresuramos esta mañana a esnifar los rayos de sol y, comoqueira que hay una competición de surf, le entreveo sentado. Es él, el surfer revenido.
Cerca de sesenta años, pelo con ese tono rubio que provoca el haber excedido con creces la dosis de agua oxigenada antes de que llegara el tinte a los Carrefour. Sudadera surfera ajada, pantalones pirata y chancletas de las que llevaba Charlton Heston cuando montaba en la quadriga en Ben Hur aquella tarde en la que se iba a enfrentar con Messala.
Mirada perdida en dirección al mar. Del estilo de “Le llamaban Bodhi”. No se sabe si mirando la competición o preguntándose como su vida ha llegado a este barro varado. Cuando hace treinta años iba tarareando aquello de Hey, Hey, Hey soy el rey camino de la playa.
Se le intuyen las lorzas bajo la sudadera. No pasa nada porque todos gastamos barriga y demás tejidos adiposos. Lo que ocurre es que quedan mucho más ridículas cuando vas vestido como si gastases tres décadas menos.
Sigue vinculado al mundo del surf, aún después de que quebrase la tienda que puso en los ochenta con la aparición de amazon que te llevaba los Quicksilver y los Billabong a casa por la mitad de precio. Se hizo profesor hasta que le hizó crack la cintura al remolcar un crío gordo al que sus padres se quitaban de encima apuntandole a un curso matinal de lo que fuera.
De lo del fornicio ni hablar, ni se le acerca nadie (normal porque está rodeado de veinnteañeras que le ven como un fósil) ni el pito (maravillosa palabra descatalogada) le levita a estas alturas. Para colmo, aquella ingesta de porros del dia que recrearon Woodstock en Sopelana le dejo el retardo del microsegundo que ahora sobrelleva a duras penas.
Me ha generado tufo a melancolía. Como la que epata un gatito abandonado después de una tormenta. Me hubiera gustado abrazarle pero soy demasiado vasco hasta para eso.