MODALES

Chica9 sigue teniendo espíritu de contrabandista. Ni le gustan las fronteras ni que nadie le sujete.

Dentro de ese sino venera a distintas deidades. Abando, y el bar homónimo, el cortado en taza de porcelana, la bahía de Plencia, donde a su juicio suspiran por veranear hasta los habitantes de Sebastopol y el Athletic, para el que su fervor decrece en picado desde la ebullición de la salida hasta que en el minuto 40 deja de interesarle lo que ocurre y profiere las dos palabras que ponen los clavos en el ataúd “Qué rollo”.

Todo lo que cuento lo he elevado a la naturaleza de categoría mediante la observación. Observo desde esa concentración autista que gasto para aislarme del mundo y concentrarme en el desempeño del trabajo, la maravillosa profundidad de un libro o el análisis de los posos de una cerveza tostada.

Pero el Dios omnipotente de Chica9 al que rinde pleitesía es, sobre todas las cosas, la intuición. Puedo coincidir en que hay opciones de que sea un arma vital muy potente, pero para Chica9 se convierte en un emmascarante del raciocinio. Vamos un para que voy a pensar ni formarme, con lo cansado que es, si  me basta una mirada para llegar a que es un tipo es de fiar, violador o hijo de un principe.

Le cuento que un jefe mio decía que hay que tener mucho cuidado con ella, que es una herramienta para acabar llegando a la conclusión, no para amoldarlas al relato que nos podamos haber montado en la cabeza.

Ella hace como que me escucha, pero en su rostro veo reflejado, eso de qué va a pensar este si ha nacido en Gernika y no en el centro de Bilbao como yo. Otro totem que blande, la superioridad moral de los urbanos sobre los apestados de los pueblos y las piltrafas de los barrios.

En los últimos tiempos nuestros debates se han centrado en los modales. Defiende, con esa asertividad que le es tan propia, que ha decidido dejar de dar dos besos al presentarse porque se le antoja embarazoso, para el dante y el tomante. Y que lo que se estila en los barrios de tronio es un apretón de manos.

Tiene variadas ocasiones de predicar con el ejemplo de su sesuda reflexión porque estamos en etapa prolífica para esto de conocer congéneres. Ayer la primera, un tipo que de guapo, estiloso y carismático arrasa. Nada más le presentó le estampa dos besos.

Pura intuición