LA COPA

El Gernika pasa de ronda en la Copa del Rey eliminando a un segunda división, el Leganés.

Este es el titular. La corteza inanimada de lo acontecido. El lector de quedará con el hecho objetivo, con la recreación del David contra Goliat bíblico, pero sin penetrar en el alma de lo que ocurrió.

Para eso tienen que ser de pueblo, de equipo pequeño, y de los dos a la vez principalmente. Lo mismo sentirán los de Arenas, que sacan una vez al año en procesión el trofeo de la copa como hacen en los pueblos con la virgen de los peligros . O los del River, que a pesar de la desaparición, siguen llenando el fondo de tropa juvenil, que a pesar de la era cibernética, se sienten orgullosos de ser verdinegros.

Desde la Atalaya del triunfador, nadie puede entender tanta ilusión de haber llegado a los veinicochoavos de final de la Copa del Rey. Porque, otra vez, miran la vida por lo material cuando aquí juega lo afectivo.

El campo atiborrado de críos (es un milagro la natalidad en Gernika) acertando por fin a empezar a entender lo que puede mover esos viejos a ocupar la tribuna de Urbieta una tarde lluviosa en la que se juega el partido definitivo de la Liga de las estrellas.

Con el momento que vive un aficionado blanquinegro (en Gernika no seremos más de una docena los que sentimos al equipo por encima de cualquier otro) se reivindica de aquel viaje a Zaragoza el día en el que bajamos de Segunda B o del de partido del aguacero en Sant Andreu en el que nos dieron pasaporte en la prórroga.

Y cuando aparcas tu euforia, empiezas a tirar hacia atrás al Cine Exin de la memoria. Te asalta la imagen de Josu el del Aterpe, que entre comer e ir al Gerni, siempre elegía lo segundo, la de Asier Olano tirándose a la fuente del Ferial en el primer ascenso del Huesca, o la de Teo, esquivando su desastrosa existencia, desde la preferencia de Santa Lucía. Miembros de los Komandos, que o no pudieron (o su vida ya no les permite) ver también es posible bancar al destino sintiéndote blanquinegro.

Somos muy grandes

Dentro de nuestra pequeñez.

Me escribió mi comandante Kresen anoche en la resaca.

AMEN.




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Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
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