PEREZA

Dice mi amigo FA que el problema de la cultura latina es que prolifera el gen del abandono. Ya sea en el terreno empresarial, deportivo, educacional, emocional o conyugal, no se estila el ser pertinaz y perseguir el objetivo de una forma persistente. Salida de yegua alazana y llegada de mula coja es a lo que estamos acostumbrados.

Él se refería al mundo empresarial, en el que, con la totalidad de información accesible que pulula por el mundo, con un esfuerzo sostenido puedes acceder a conocer desde donde vende la competencia o que socio inconfesable esta por detrás del holding que lleva los últimos tiempos sometiéndote a un dumping atroz. Todo depende de invertir tiempo y pasta. Se empieza pero te embarga esa encima paralizadora del movimiento denominada pereza que lleva el propósito al aguachirle del mediohacer.

Pero es que en la esfera personal somos aun peores. Son legiones los que prometen a principio de año aprender ingles o apuntarse al gimnasio y en marzo no han pasado del tutorial del curso por internet y siguen tumbados el viernes por la tarde viendo la Premier en diferido. Y lo peor son las excusas que no son mas que los harapos en los que se envuelve el fracaso personal. Ha sido un año difícil de trabajo, la gente sudaba mucho en el gimnasio o la conexión de ADSL de mi casa no me dejaba avanzar.

En el terreno afectivo, es aun peor, se proscribe el detalle, la atención y la sorpresa, que es la triada que permite que una relación no se vea apresada por la molicie. Y te terminas lanzando de cabezas en las turbias aguas de la rutina, el mayor inhibidor de cualquier tipo de sentimiento.

En esta materia he aprendido mucho de Chica9 que, a pesar de utilizar pereza como comodín icónico, ajusta perfectamente en el dial de sus neuronas el momento en el que debe de amanecer la pereza, antes de empezar. Raramente abandona un proyecto vital una vez comenzado. Simplemente no lo empieza. Y cuando arranca, sigue su trayecto, pero termina llegando. Sino donde se había propuesto, sí, al menos, donde ha decidido virar en mitad del viaje. Con esa capacidad innata de arrastrar a los demás y convencerles que a su lado es donde se esconde El Dorado.

Es curioso que con el avanzar de una vida te pasa como a los árboles de hoja caduca. En lugar de hojas pierdes facultades, lo que tapas a duras penas con la resina de la experiencia. Será la edad, será la kriptonita, como cantaba el maestro Krahe. Pero lo que aun no he perdido es esa vocación irredenta de llegar hasta el final, Si alguien lo sabe es Chica9.

Lo que no me ha servido para cumplir la promesa que me hago todos los años. No vuelvo a ir a un chino más. Me dura hasta que la comodidad o la molicie piensan por mí.

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Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
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