PASATIEMPOS

Eran unas revistillas semanales con forma de cuartilla que se vendían en los kioscos. No eran caras, porque ya se sabe que la cultura no cotiza demasiado alto en este país. Pero, en los setenta y ochenta, tenían legion de adictos, fanáticos a los que se quedaba corto el autodefinido de El Correo.

Las mas famosa era el QUIZ, que aun sobrevive, pero había otras como Cruzadas o el Cábala. Quiz fue un spin off de las míticas 'Hermano Lobo' y 'Triunfo', a las que, después de arrasar en los setenta, se terminó zampando.

Las había temáticas que contenían sólo un pasatiempo, Sopas de Letras, Crucigramas, Autodefinidos, Dameros Mágicos, problemas de lógica o el último invitado del Sudoku. Esas son las que gustaban a los fervorosos, que poco a poco ganaban especialidad en uno de ellos, Otras que mezclaban todos en una en una ensalada, donde pasabas de descifrar errores de las dos imágenes teóricamente idénticas, a desvelar un jeroglífico, a ejecutar un mate en tres jugadas como lo hizó Bobby Fischer en Reikiavik.

Y el súmmum era el Especial Verano. Ese en el que se redoblaba el esfuerzo, para comercializar una edición con grosor de listín telefónico en cuya portada aparecía una sombrilla de playa, y que permitía al irreductible no quedarse sin munición durante la canícula.

El formato de todas ellas, era bizarro, de hoja parroquial, blanco y negro impreso en papel basto que tiraba al sepia y con la única concesión al color en la carátula en la que incrustaban una foto naif e inclusiva de un rostro o una imagen tan vulgar como neutra. Sin publicidad y de contenido recargado, no estilaban concesiones a la maquetación colorista.

Las he visto en los aeropuertos y quizá las habré comprado y estrujado en algún viaje sin saber que escondían porque tenías que tirar de ardor inquisitivo y una paciencia de la que nunca he andado sobrado para destriparlas,

Pero siempre las asocié mentalmente, no se realmente muy bien por qué, a un recurso de personas solitarias, Quizá sea porque uno de mis tíos de Bermeo, el más heterodoxo y desgobernado, las consumía con fervor al final de una vida pegado a la ventana de su casa. En aquellos tiempos en los que el metraje de una vida podía alargarse mirando por la ventana cómo transcurrían las vidas ajenas aunque la propia estuviera ya cercenada.

Aquel hombre, cuya vida personal tenía más vías de agua que el casco del Titanic, no tardaba una décima de segundo en resolver que Papiroflexia, siete letras, era Origami y para los ojos de un crio al que ya entonces le atraía lo divergente era puro magnetismo.


Etiquetas
Compartir
Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
Posts relacionados
ASUETO
EL GORDO
TIEMPO DE SILENCIO