CALOSTRO

La nostalgia, como ocurre con el aroma a calostro materno es un sentimiento que todo el mundo ensalza. En libros y en tertulias sin que entienda realmente el porqué. Nunca he podido asimilar donde reside lo beatífco de ese desgarro de añorar lo que se ha evaporado.

Esa incapacidad para invocar lo que me evocasen un día lugares y épocas pasadas es lo que, la distancia me haya llevado también a una lejanía en la querencia hacia personas con las que he mantenido buenas relaciones.

No obstante lo cual, toda una vida enredándome con prójimos con doble arnés, me ha generado el conocimiento suficiente como para poder clasificar a mis congéneres. Podría desarrollar más las tipologias pero me voy a quedar con dos arquetipos. Más o menos, como ocurre con los toreros que se ordenan en dos galaxias, el e arte y el poderoso o corajudo.

La primera tipología es la de esas personas atrapadas en una inquietud que nunca termina de calmarse. Aquellas cuya ansiedad los remueve azuzados con todo tipo de reclamos. Y lo hacen con el mismo desasosiego con el que los pájaros se van posando en una y otra rama, y cuando están posados se agitan deseando volar. Se trata de espíritus nómadas que siempre viven entre saltos sin encontrar acomodo duradero en ningún sitio.

En las antípodas de los nómadas se encuentran esos otros que, como dice Chica9, de niños les dejaban sentados en un banco, y cinco horas después seguían allí con una sonrisa, Los que no saben no ser felices, y casi sin proponérselo, encuentran motivos y ocasiones de bienestar en el lugar donde caen. Rebajan sus expectativas vitales y, de esa forma, desconocen el fracaso y su prima hermana la frustración.

Aunque se conozcan cambios de registro entre quien fue felicitado de crío para abrazar el nomadismo ya de adulto (nunca a la inversa), creo que tiene origen genético. Por poner un ejemplo, cuando de adolescentes íbamos a las barracas, unos se concentraban en ganar los botellines de licor en las chimberas y los otros en beberselos a gollete. No era posible el intercambio de roles.

Probablemente, en un punto medio entre felicianos y nómadas estemos la mayoría.  Echando en ese mundo caleidoscópico en la periferia de la felicidad.  Con una  infancia, en la que eres demasiado joven para haber criado tu propia cosecha de monstruos, para a partir del destete pasarte el día entero fabulando por el paraíso perdido.

Esos terrenos intermedios en los que nada es blanco o negro, sino del gris perla con el que se va tiñendo la vida. Aunque en la vida pase como con las bodas donde todo lo que no sea la opción familiar o multitudinaria, cobra el riesgo de convertirse en un aguachirle. Así que vas brindando entre lo que te hace titilar de grandeza o ser reo de la melancolía cuando te estrellas. 

Etiquetas
Compartir
Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
Posts relacionados
CENICIENTAS
SUPERCHERIAS
MANIFESTRODOMO