TRAMITES

Nos ha vencido el trámite. Porque en lo que se ha convertido el mundo Covid es en un trámite ante el que hemos desarrollado un inmenso espíritu de negación.

Así, antes de planificar un viaje de fin de semana, esos que antes empaquetabas en una sentada ante el ordenador y un par de mensajes, aparece el duendecillo.Te empieza a sisear en tu oreja, cuestionando para que vas a reservar si puede que el día antes, el gordo de tu departamento dé positivo o se cancele el vuelo porque la tripulación de Vueling se contagia en una fiesta comunal, al estilo de Boris Johnson.

Con lo cual, decides quedarte en casa todo el finde encadenando Salvame, Viva la Vida y la docuserie de Julián Muñoz. Trocas esa inmersión en el abotargamiento cazurro por lo que hubiera sido una visita a la Alhambra de Granada. Que igual, igual, no es la verdad.

Te ocurre lo mismo con lo de salir a bichear por ahí. Antes de la zapatiesta pandémica, había algún día que se te ponía el cuerpo jacarandoso y salías a tomar algo a la calle y acabas cantando el Himno de Riego a la madrugada con una muchachada de Móstoles.

Ahora te quedas con el molde, nada más vas esbozar tu primer paso de salida a la calle. Te das cuenta que no tienes batería en el móvil, por lo que no puedes descargar el pasaporte Covid, por si fuera poco, recuerdas que el sitio que más te gusta anda escaso de banquetas y no puedes jugarte la garganta en la terraza porque hace un frío que hacía trabajar a un gitano, cuando los gitanos eran delgados.

Poco a poco te vas poniendo mohino, y optas por lo fácil. Te pones el pijama de felpa que te regalo tu tía en Reyes, las pantuflas del quijote y le lanzas al sofá a hacer aquello que mejor sabes hacer.  Rascarte la barriga.

Y así, día tras día, por lo que la vida social se va quedando con menos futuro que el de las Casas Regionales, de las que te hablaré en el próximo post.

El trámite nos ha subyugado y capitidisminuido. Somos sombras chinescas de lo que fuimos. Los restaurantes ya no dan cenas entre se,ana en Bilbao, por incomparecencia de la clientela y como dice mi compadre FL Lopez Oleaga no hace más que despachar sus reservas de licores para acercarnos a la suerte de alcohólicos domésticos, trasunto de los centroeuropeos, en los que nos hemos convertido.

Se trata de esquivar la negrura del trámite, no pensar, apagar la tele, no entrar en las páginas de información del periódico. Dejar volar la mente y estirar el cuerpo. Y que sea en un bólido biplaza conducido por Chica9, aunque sea una excursión a Arakaldo de ida y vuelta.

Quién decía que después del COVID iba a brotar lo mejor del ser humano? 

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Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
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