JUGUETE COMPLETO, JUGUETE COMANSI

Una de las cosas en las que mas percibes la edad, en carne propia, es en la velocidad en la que regurgitas consejos y demás influencias ajenas. Pierdes ese repentinismo juvenil, en el que te ves encumbrado si pimponeas a bote pronto lo que te lanzan desde el otro lado de la mesa.

Y se te va escapando también esa sensación de sentirte zaherido ante críticas u opiniones no laudatorias. Probablemente, porque como si fuese un guión de Rafael Azcona, te das cuenta que los claroscuros de la vida lo son menos si aprendes a reírte de tu mismo y tus imperfecciones.

Te vas cansando de empuñar hachas de guerra y de enfrentamientos que no conducen a nada. Y la influencia de los demás va calando en ti de la misma forma en la que una mañana te descubres razonando con tu gente al igual que lo hacia tres décadas antes aquel aita al que tango criticaste.

Acuñas un axioma por el que las opiniones, vengan de quien vengan, y mas si versan sobre asuntos mollares, debes de tomarlas con prudencia, desmenuzarlas, granito a granito, y volver a construirlas desde tu propio pensamiento y convicción. Aunque solo sea en grado de tentativa, crearte una opinión tuya que puedas argumentar desde el conocimiento y el convencimiento propios, sin perder de vista que una ideología política que no es mas que un cartucho inflado, un saco lleno de conceptos que esconde intereses disfrazados.

Y así puedes dar con una forma de combatir esos topicazos que, en esta sociedad, son las escamas con las que se construye el neopreno bajo el que ocurre todo lo importante. Todo aquello sobre lo que no te enteras a pesar de que ocurre a tu lado, porque te engolosinas con los mantras que te van soltando por el mero hecho de no tener tiempo de profundizar.

Un ejemplo, para que este post no me quede mas denso que el mercurio. Cualquier discusión política se zanja, en el momento en el que el que debate se queda sin argumentos con un fascista, si es colorado, o con un podemita, si es azul. Opera como una bomba de neutrones que lo tapa todo. Un comodín que convierte a quien lo profiere en caballito blanco. Para que pensar si puedo acortar para llegar a la meta.

Solo cuando sacas del cartucho uno de esos conceptos y los analizas, aquellos que compartas utópicos o no, para defenderlos como tuyos y mejorarlos en lo que puedas por la vía de enriquecerlos, es cuando puedes pretender conseguir sentir aquello que vivíamos con el fuerte de los Sioux. Juguete completo, Juguete Comansi


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Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
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