PERSONAJES COVIDIANOS

El reguero de letanías que nos estamos zampando en nuestras carnes durante el viaje a ninguna parte para el que zarpamos hace casi un año requiere una respuesta contundente. Ducha de electrólisis donde las gotas sean trocitos de nuestra propia irrealidad cotidiana. Una descripción de la fauna de animales bentónicos con la que te cruzas en el fondo del océano de melancolía en la que se han convertido nuestras calles y barrios. Y que, para colmo, han conocido su máxima exposición este fin de semana,

Bienvenidos a la galería de Personajes Covidianos. Esos con los que nos llevamos haciéndonos  un ovillo los últimos trescientos días de nuestra existencia.

LOS APOCALÍPTICOS

Se sienten como si estuviesen protagonizando un especial de Cuarto Milenio o el Remake de la noche de los muertos vivientes, Piensan que el virus lo ha propagado Jesus Gil, después de hacerse el muerto para escapar de la cárcel a la que querían llevarle por sobornar a un arbitro en el sexto proyecto del Atlético de Madrid,

Se pasan todo el día enganchados a la TV y se duchan con mascarilla porque ha escuchado en la radio que los lugares húmedos son los más peligrosos, y quiere se el último en morir.  Se van a correr y pierden el conocimiento por falta de oxígeno

Salen a la calle con media docena de mascarillas de recambio y gorra de soldar en la cabeza. 

EL PRINCIPIOS

Se pasa todo el día entonando el Yalo (ya lo decía yo),  el Selo (se lo advertí a mi amigo) o el Losa (Lo Sabía).

Un tipo elevado que piensa que todos los que le rodean son hijos de un Dios Menor, y el primo hermano de la clarividencia.

Se suele terminar contagiando y, aunque las pase putas, su conclusión es, soy el más listo porque estoy inmunizado y tengo los anticuerpos.

Piensa que todos los demás son unos pringados.

LOS NORMATIVAS

Seres cuadriculados que apuntan en un cuadernito donde y con quien han estado las veinticuatro horas del día . Para organizar el rastreo si fuera menester.

En la panadería del barrio les temen porque le reprochan a la dueña que la inclinación oblicua de la ventana vulnera las reglas de salubridad de la OMS.

Rige su vida en función de reales decretos y BOEs por lo que sus hijos le esquivan por el pasillo. 

Ha fabricado un cuadrante artesanal con las las normas de cada CCAA que va actualizando.

EL MORALINAS

Anticipa orgulloso próximas restricciones que achaca invariablemente a la mala cabeza y la falta de seriedad de la sociedad en la que vivimos.

Te atufa con la barrila de la solidaridad y que el futuro debe escribirse desde la responsabilidad del colectivo. Suele ser conservador y derechoso,. De esos de esposa fiel en casa y amante mantenida fuera. A Dios rogando y con el mazo dando

El DISCO RAYADO

Su forma de soportare la pandemia es repetir como un papagayo consignas y eslóganes. Se dejó las manos aplaudiendo a las ocho durante el confinamiento y bailando el Resitiré como la gallina Cocoguagua.

Desde entonces a cada atardecer, nota que le falta algo. Suele ser seguidor de Ana Rosa y fanático de las ruedas de prensa del Simón.

EL CHALADO

Se desinfecta como si fuera un astronauta cada vez que llega a casa.

Se le han caído dos falanges de tanto gel hidroalcoholico.

No tica nada con el brazo y se le ha dislocado media docena de veces el codo por tratar de abrir puertas, pulsar botones de la luz, o echar la bomba del water.  Y cada vez que va en coche solo, usa máscarilla como si compartiese catre con una harka de legionarios.

El ESTADISTA

Su vida es una Excel donde va apuntando la evolución de las mentiras que le cuenta el gobierno. Manda todo los días cartas al director a las redacciones de todos los periódicos para destapar lo que el piensa que es una conspiración judeo masónica que opaca la verdad. Antes de todo esto era un amante enfermizo del Teletexto.

Se sabe el número de ingresados en UCI de Ibiza o el número de hospitalizados en Melilla.

EL SOCIOPATA

Lleva desde marzo sin salir de casa y vestido en pijama. No se ha afeitado desde el Sábado  de Gloria. El teletrabajo le ha hecho confundir ficción con realidad. Le da pánico ver a sus amigos y el contacto con otros seres humanos. 

No deja que te acerques a él. Si te ve en el ascensor, se va por las escaleras. 

Su novia le ha dejado, pero el está contento. Menos contacto con los demás.

EL JETA

Pone cara de afligido cuando le cuentan los desastres del virus, pero hace lo que le da la gana,

Lo cojonudo para él es saltarse toques de queda, confinamientos perimetrales, se junta con veinte en una fiesta, come de tapadillo en el restaurante de un colega. Y cada dos fines del semana va a visitar a su chica a Madrid con un salvoconducto elaborado con la tinta del Magia Borrás.. 

Pero tiene en el perfil del WhatsApp la leyenda #Yo me quedo en casa.

Has de añadir al...

Me manda mi compadre JLC una acertada aportación que incluyó como se hacía en el álbum de la Liga con los Últimos Fichajes

El Justicias (Divinas). Piensa que las restricciones del gobierno (más adecuado, gobiernos) es un castigo bíblico por lo mal que nos hemos portado, y sobre todo por lujosos y por elegir una vida disfruta. Está esperando que suba el número de casos para salivar con las nuevos restricciones que nos imponen. En el fondo, es un tipo amargado que goza en su interior con la limitaciones de libertad y disfrute de los demás.. Al más puro estilo de Ojalá llueva mañana y así se joder todlos.

La más media comparte este enfoque porque, en el fondo, las desgracias y más las que ocurren en la esquina de ru casa segregan adición.:

El optimista. Interpreta en positivo los terremotos de Granada (asi se renuevan las fechadas de la parte vieja que buena falta que les hacía) y un tiroteo en Dallas (lo que necesitaban los americanos para prohibir las armas de una vez por todas).  Aunque de esto (ni de nada) tiene ni puta idea cuanto suben los contagios y se incrementan los viajeros al Valle de Josafat dice que estamos en el punto más alto y que ya se está aplanando la curva. Maneja mantras estúpidos, como ese de que vendrán tiempos mejores o peor no puede estar. Parroquiano habitual de tertulias ocasionales en bares de boinas. Es tipo de primeros tiempos, el optimismo siempre anima, aunque termine empleando mas que el Licor 43. 

El inopierante. Aplicable a ciertos cargos públicos  que, además de inoperantes, están en la inopia, y no se enteran de nada como si vivieran en la parte alta de Raticulin. Acostumbran a proponer pomposamente medidas como bonos de consumo de hostelería o el comercio (que serán canjeables cuando no exista no comercio ni bares).. Han crecido al calor de las congeladas vacunas.


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Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
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