GALERADAS

El mundo que nos rodea es como esos libros en los que los comentarios garabateados al margen o las notas al pie de pagina de algún lector son más Interesantes que el texto en sí. Lo mismo ocurre con las noticias de los noticieros en internet, la creatividad de los comentarios de la grey sobresalen respecto a las palabras del periodista.

Es como si el repentinismo que brota en fogonazo natural se hubiese impuesto y nadie valorase una creatividad artística. Esa donde los derechos de autor valen menos que las monedas de cinco duros con la efigie de un emérito que se bate en retirada, haciendo bueno al cupletista Alfonso XIII, a quien, al menos, le embarcaron en Cartagena unas elecciones.

Comentaba ayer una sesuda conocedora de las andanzas y florituras reales en los últimos veinte años, que el problema en la práctica es quien moverá la silla de ruedas del King y en que lugar se le aparca para que no coja demasiado polvo y alejarle de esas suripantas a las que siempre se ha aquerenciado.

Me pareció la mejor reflexión, escamado de sesudos circunloquios sobre el papel de la monarquia, cuando en realidad nadie sabe para que sirve un rey. Y lo que haga el monarca carece de la mínima consecuencia en la vida real de todos aquellos cuyas jornadas empiezan, al alba, con el sonido de la alarma de un despertador que te recuerda tu condición de ganapán.

La levitación del trasto viejo, es que no sabes dónde coloca tras haber cantado su obsolescencia programada. Esa que ha sufrido en la retina de todos aquellos que no le vieron aparecer vestido de kaki para cortocircuitar una asonada que, para un cani de nueve años como yo, sonaba a zarzuela castiza con el señor del mostacho haciendo de Don Hilarión.

No puedo dejar de recordar a mi amuma, que siguiendo las religiones perdedoras a las que tan asiduos somos en mi rama materna, Se hizo Juancarlista, y, como colmo, seguidora acérrima de ese liquen naïf que es Doña Sofía. Se defendía arguyendo que las republicas, ella vivió la Segunda en sus propias carnes, siempre se convertían en un bochinche. Lo que entonces no sabía es que aquello se quedaría obsoleto como el fax en una oficina, que es lo que tienes que mandar si no quieres que se entere nadie.

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Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
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