COSTURAS

Mi carácter siempre ha sido optimista, positivo, pragmático. No me afecta lo difícil que sea o lo lejano que este el objetivo. Si me lo propongo, tiro de fortaleza y a por el. Otra cosa es que muchas veces me aprieten las costuras de la memoria.  A veces he pensado que el tener una memoria tan buena es una gran putada.

Podrían construirse bibliotecas con todo lo que se ha escrito de los rescoldos de la memoria y de la dificultad de dar carpetazo al pasado. No es tarea baladí el reconquistar parte de ti mismo cuando se trata de aparcar mentalmente la última sinrazón de las muchas que la vida pueda haberte  ofrecido. En Roman paladino, cuesta el recuperar la ilusión cuando en el tramo anterior te han sacado de la pista.

Más, llega un momento en que el que las palabras sonríen, lloran, se inclinan o se arrastran igual que las personas. Y toca tirar de redaños y actuar. Al fin y al cabo el que verdaderamente cuesta es el primer paso.. A partir de ahí, la inercia te va llevando.

Se trata de transmitir con intensidad. Aun en aquellos momentos en los que, no te terminas de sentir y la vida se te torna oscura, de ese incierto color de una noche sin luna. Y dos claves, sin reprocharte nada de lo que paso, aún aprendiendo de ellas, y sin urgirte con prisas, porque lo que tenga que caer lo haga por decantación.

En definitiva ir enterrando miedos y desterrar las dudas al exilio. Convicción en ti mismo y en aquello que sientes.. A partir de ahí encender el horno y  tiempo de cocción. Respetando tiempos y esperas. Porque trocar tendencias vitales es todo un acto moral, con sus códigos y sus exigencias.

La primera, no romper a los de al lado más allá de lo que sea estrictamente necesario, La segunda, acertar con el momento. La tercera, dar la posibilidad de hacerte entender de que todo pasa por ser fiel a ti mismo. Sin eso, el cerrar la puerta de ese pasado escondido detrás de una madera pintada de blanco y con un número arriba a la derecha pesa más que la de una cámara acorazada.

Y a estas alturas no estamos para descerrajar cámaras acorazadas, sino para componer cajitas, de esas con números, como el 26, y letras, como la E. Aunque, como ocurre con los trileros, te toque a veces encontrar cuál guarda la bolita que te están tratando de despistar.

Etiquetas
Compartir
Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
Posts relacionados
SUPERCHERIAS
MANIFESTRODOMO
NOES